miércoles, 26 de marzo de 2014

CARTA A ROBERTO AUGUSTO @raugusto33...


Estimado, Roberto Augusto:

    Sólo quería matizar alguna de tus apreciaciones. En mi opinión partes en muchas de ellas de premisas que no son del todo ciertas. Supongo que no conoces la situación de estas asignaturas actualmente en los centros educativos.

     Hace bastantes, muchos años diría (por lo menos desde 1996 hasta hoy no ha cambiado), que no se reducen las horas lectivas del latín y del griego clásico. Es una cuestión de la que te hablaría largo y tendido pero me extendería demasiado. Sólo decirte que no estás en lo cierto. Lo único que ha podido cambiar es la obligatoriedad del latín para todas las opciones de bachillerato, pero desde aquello ya ha llovido.

     No sólo se estudia la lengua, también se estudia la cultura grecolatina, base de la cultura y el pensamiento actual (base del humanismo). Estudiar la lengua es un medio para que los alumnos tengan oportunidad de conocer de primera mano esa cultura, la suya. Conocer la propia cultura de primera mano es precisamente la llave para adquirir una actitud crítica. He leído alguno de tus tweets, como el siguiente:




     No me cuadra la opinión que te merecen las lenguas clásicas y su cultura. Precisamente, si se conocieran más, la ignorancia sería menor. No tendríamos que conformarnos con lo que nos explican de segunda o tercera mano. Podríamos acceder a la cultura sin intermediarios. Y ese espíritu es necesario que se inculque en alguien que comienza sus estudios humanísticos. Yo creo que es necesario para todos pero, como mínimo, para ellos.

     No discuto que a ti te hayan sido absolutamente innecesarias para poder realizar tu doctorado en filosofía. Pero, en mi opinión, el conocimiento de la cultura grecolatina y de sus lenguas facilita entender mejor, si cabe, el nacimiento de la filosofía misma. Sobre todo, se lo facilita a los alumnos de bachillerato que comienzan a entrar en contacto con términos como logos o physis, por poner dos ejemplos. Conocer estas lenguas te acerca a conocer de primera mano el mundo grecolatino y con él su pensamiento.  

     Se puede ser absolutamente feliz sin conocer nada de Roma y Grecia, estamos de acuerdo, pero la visión del mundo que te rodea no es la misma. Sobre todo, porque en el estudio del mundo antiguo se esconden las raíces no sólo de la lengua sino de la cultura que vivimos actualmente (política, economía, literatura, publicidad...) Aludes a su utilidad. A mi me parece muy útil conocer el pasado precisamente para no ignorar el presente, para entender mejor lo que me rodea. Múltiples procesos económicos, sociales y políticos tuvieron ya lugar en algún momento de la historia en Grecia y Roma. Estoy de acuerdo contigo en que estudiar Chino es muy útil, yo mismo tuve ayer en mis manos un libro para aprender Chino básico. Pero, cuando estudiamos Griego y Latín, no sólo estudiamos una lengua, estudiamos una cultura, la cultura occidental, nuestra cultura. No le quito yo utilidad a conocer otras culturas ni mucho menos, pero conocer la propia creo que es importante y esencial.

     La cultura grecolatina y sus lenguas no son una parte pequeña de las humanidades, en mi opinión. Son precisamente la base de la cultura humanística. Yo no creo que sea vital su estudio, estoy de acuerdo contigo, Roberto. Pero, básico, sí. Si no las estudias, no perderás la vida. Pero, si lo haces, sentarás unas bases muy importante para adentrarte en el estudio de la Filosofía, la Sociología, la Historia, el Arte, la Antropología... Al menos es importante para alguien que va a estudiar humanidades. 

     Año tras año me encuentro con alumnos que tienen esa misma inquietud que tú. ¿Para qué sirve estudiar latín y griego? Evidentemente estudiar las declinaciones como papagayos y traducir frases inconexas de Homero, Tucídides o César sin más comentario ni más explicación no sirve para nada. Se puede estructurar la mente y el pensamiento de muchas maneras, no hace falta declinar. Pero estudiar la cultura occidental con la opción de tener acceso de primera mano a lo que estudias con una reflexión histórica, política, económica, artística... cultural al fin y al cabo... Eso, en mi opinión, sí es importante. Y te aseguro que lo que se hace hoy día está mucho más cerca de esto último.

     Antes de concluir te diré que espero no veas en mis palabras una confrontación. Tu opinión me merece todo el respeto y no lo digo porque sea lo políticamente correcto. El pensamiento es libre y por eso la respeto de corazón. Sólo espero que tengas en cuenta la mía y ayudarte a desterrar algún que otro cliché sobre la cultura y las lenguas clásicas. Clichés que ha arrastrado la enseñanza de estas lenguas desde la educación medieval al modelo prusiano. 

     Pero no te quedes con eso. En los centros de secundaria el latín y el griego, la cultura grecolatina están mucho más vivos de lo que piensas. Ahora mismo estoy en el paro, haciendo sustituciones de aquí para allá, pero cuando esté en activo estás invitado a acudir a cualquiera de mis clases para comprobarlo de primera mano.

     Por cierto, muy recomendable la lectura de este artículo de Santi Carbonell que trata este tema con mucho más rigor científico que yo. Me lo acaba de recordar en una respuesta y lo añado aquí.

Un atento saludo

Fernando Blaya

7 comentarios:

  1. Gracias, Fernando, por dedicar tiempo a contestar tan amablemente a este señor, que expresa tan abiertamente los prejuicios que existen en la sociedad en torno a nuestras especialidades, pero de los cuales somos en parte algo responsables. Y es que los argumentos que solemos esgrimir en defensa del estudio del griego y del latín tenían cierta aceptación en el pasado cuando se cuestionaba menos su utilidad.
    Las clásicas sirven para que no haya gente que pregunte para qué sirven las clásicas, si nos centramos sobre todo en su valor de formación integral más que en el aspecto propedeútico de los conocimientos lingüísticos. Algo de ésto ya lo decía yo por aquí http://www.culturaclasica.com/?q=node/4025
    Ánimo con tus sustituciones; los chavales necesitan profes como tu!
    Χαῖρε
    P.S. Me ha gustado, por cierto, la imagen del post!

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    1. Muchas gracias, Santi... Qué razón tienes¡ No me extraña que te guste la imagen del post ;))) Me encanta esta imagen tuya, es trasparente como deberían ser nuestras asignaturas... Un abrazo grande¡

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    2. Con las prisas se me había pasado poner el pie de imagen ;)) Gran responsabilidad de esos clichés es interna desde luego... Pero ya es hora de cambiarlos... Un abrazo grande¡

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  2. Por no saber griego, muchos andan buscando todavía la Atlántida, ¿no es así?

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  3. Buena respuesta. Pero, salvo por la misericordia católica de "enseñar al que no sabe", yo no le dedicaría ni un minuto a quien defiende para la Secundaria el estudio de la economía (y sabiendo que sólo se trata de una visión de un único tipo de sistema económico) frente al latín o el griego, que sí, nos queda claro, ignora. Sus propios argumentos lo definen. Saludos.

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  4. Mi respuesta a esta carta: http://www.lavozlibre.com/noticias/blog_opiniones/14/900574/mas-chino-y-menos-latin/1

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    1. Gracias por tu respuesta, Roberto.

      En la secundaria es donde más sentido tiene su estudio porque es básico como te dije. En el caso de las lenguas clásicas precisamente lo que ha fallado, en mi opinión, es sacarlas de contexto y dedicar el tiempo a estudiar declinaciones como papagayos. No entro en la cuestión de si el historicismo es bueno en filosofía o no porque no me gusta opinar de lo que no conozco en profundidad.

      "Supongo" fue lo que yo dije, no que no las conocieras. Una vez sé que eres profesor en un instituto, me llaman más la atención tus afirmaciones. Yo creo que la situación actual es mucho mejor que la que tenía en el BUP por ejemplo. No creo que sea sano obligar a estudiar latín porque las declinaciones estructuran la mente y esa era una premisa muy presente en ese momento. Ahora es optativa, es probable que no tenga tantas horas porque ya no es obligatoria para todo el mundo pero, en mi opinión, el enfoque ha cambiado mucho y eso hace que su papel sea más importante. La estudia quien la quiere estudiar. Si no tuviera alumnos que estuvieran interesados, no existiría.

      Si se conociera más la cultura grecolatina, habría menos ignorancia. Te sigues centrando en la cuestión de la lengua solamente. Mi enfoque engloba la cultura y la lengua. En mi opinión el contexto histórico es fundamental y te puedo asegurar que por primera vez entienden muchas cosas de las que han estudiado cuando escuchan hablar de Grecia y Roma.

      La optatividad aparece en 4º de secundaria. Es su último año de secundaria y preparatorio para el bachillerato. El que quiere hacer humanidades, elige dar Latín. Quizá haya algún otro problema para que los alumnos no adquieran las competencias básicas que no tenga que ver con el Latín. Desconozco si hay algún problema interno en las asignaturas que mencionas para que no se alcancen, según tú, las competencias mínimas. Pero dudo que el Latín tenga la culpa de que no se alcancen esos objetivos.

      En el caso del latín te acepto que se extinguió hace cientos de años. Otra cosa es la importancia que tiene su estudio para nuestra propia lengua, sobre todo, para alguien que quiere estudiar humanidades. Pero en el caso del griego siento no aceptarlo porque se sigue hablando en Grecia. De todas maneras, te vuelvo a decir que no es su importancia como lengua sólo lo que me lleva a estar convencido de que su estudio es básico. Mi experiencia, yo también me gano la vida con esto, me dice que la cultura grecolatina hoy día está más vivo que nunca en los institutos. A pesar de que se quiera desterrar, en eso estamos de acuerdo. Pero el latín, el griego y su cultura no excluyen que se den otras asignaturas. Si quieres que se imparta Chino, puedes hacer la propuesta en tu centro. Pero, ¿estás seguro de que el Latín es el obstáculo?

      No creo que nuestros enfoques sean contradictorios, sólo que tú planteas el Latín y el Griego (que sólo se da en bachillerato) como el problema de que el sistema educativo no funcione y yo pienso que el enfoque no es el correcto porque aparecen tarde en la formación de nuestros jóvenes y además son una opción no una obligación.

      Mi invitación sigue en pie, Roberto. No digo que vayas a cambiar de opinión pero tendrás oportunidad de comprobarlo de primera mano.

      Un atento saludo
      Fernando Blaya

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